Educación Inclusiva

 
Enfoque de la inclusión en el contexto ecuatoriano, diferencia entre las propuestas políticas y la incursión en territorio.

Para Farrel (2001), la inclusión educativa es el grado en que una comunidad o una escuela acepta a todos como miembros de pleno derecho del grupo y les valora por su contribución, enfatizando así el derecho que toda persona tiene a participar en la sociedad, desde este criterio la inclusión es un derecho universal y garantiza el acceso a la educación de calidad, calidez, basada en el respeto y la empatía de todos los individuos, sin ningún tipo de discriminación de género, social, contexto, emocional, psicológico y físico, además señala que estas diferencias dentro del salón de clase deben ser considerada como una oportunidad de enriquecimiento en el proceso de enseñanza y aprendizaje. En el presente blog a partir de lo mencionado expondremos las propuestas políticas internacionales y nacionales y su aplicación en la realidad ecuatoriana.

El origen de la ideología de educación inclusiva surge en el año de 1990 en Tailandia, pero se consolidó internacionalmente en la Conferencia de UNESCO de 1994, donde 88 países y 25 organizaciones internacionales, se comprometieron a generar políticas públicas de educación con orientaciones inclusivas “Educación para todos sin segregación”, A partir de estos compromisos adquiridos los estados miembros entre el año 1999 y 2000, desarrollaron conferencias en las diferentes regiones y continentes. Las mismas tenían como objetivos satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, mejorar las infraestructuras en accesibilidad de movilidad, igualdad de oportunidades, apoyo pedagógico, generar profesionales, materiales didácticos "neutro", capacitación inicial y continua de los docentes.

En el ámbito ecuatoriano para dar cumplimiento a los compromiso de Salamanca, en el Artículo 228 de la Constitución de la República, garantiza bajo los principios de equidad, igualdad, no discriminación y libertad, que todas las personas tengan acceso a la educación pública de calidad y cercanía; que las instituciones educativas sean espacios democráticos de ejercicio de derechos y convivencia pacífica; Asegurar que el Sistema Nacional de Educación sea intercultural; la universalización de la educación en sus niveles inicial, básico y bachillerato, así como proveer infraestructura física y equipamiento necesario; asegurar el mejoramiento continuo de la calidad de la educación; que todas las entidades educativas desarrollen una educación integral, coeducativa, con una visión transversal y enfoque de derechos; que los estudiantes con necesidades educativas especiales que requieran apoyos o adaptaciones temporales o permanentes que les permitan o acceder a un servicio de calidad de acuerdo a su condición. Estos apoyos y adaptaciones pueden ser de aprendizaje, de accesibilidad o de comunicación.

Lo propuesto en el reglamento ecuatoriano y el campo acción en territorio se puede analizar que se contradicen, porque en el marco legal señalan que la educación es un derecho fundamental e irrenunciable de las personas, donde se garanticé la igualdad de oportunidades de todos sin importar su condición social, económica, física y emocional, estos planteamientos no se cumplen en su totalidad dado que los estudiantes indirectamente son segregados y etiquetados por sus diferencias culturales o territoriales. Desde mi experiencia profesional he evidenciado una gran diferencia en la calidad de enseñanza y aprendizaje, movilidad, equipamiento e igualdad de oportunidades entre el sector rural y urbano, citando por ejemplo las escuelas unidocentes, donde un mismo profesor imparte en un salón a tres niveles diferentes quinto, sexto y séptimo todas las asignaturas.

El marco legal ecuatoriano propone que los estudiantes con necesidades educativas especiales asistan sin ningún tipo de segregación a las escuelas ordinarias y que reciban una educación de calidad y calidez con adaptaciones en la planificación micro curricular, estos planteamientos con cumplen con sus objetivos dado que muchas instituciones no cuentan con los profesionales capacitados ni las infraestructuras adecuadas, y la adaptación curricular etiquetan y magina estos grupo de los demás, lo que conlleva que sea utópico la educación inclusiva, y sea considerado como una integración de los estudiantes